domingo, febrero 04, 2007

Aprendizaje

Conocí a Sui Generis siendo muy chica, en la época en que estaba obligada a escuchar la música de todos (lo cual agradezco, pues es lo que hizo que mi oído se afinara un poco). Pero sin duda es en este momento cuando esta canción más me hace juicio.
Aprendizaje, "Aprendí a ser, formal y cortés, cortándome el pelo, una vez por mes. Y si me aplastó la formalidad, es que nunca me gustó la sociedad..." más o menos así dice el comienzo de la canción. Y digo que hoy me hace juicio porque, cuando pienso en mi misma hace 6 o 7 años atrás, y me miró al espejo, lo que veo no tiene mucho que ver con lo que esperaba.
No me quejo de la vida, sería injusto porque mi vida no es más que lo que yo misma he hecho de ella. Pero si me sorprende como llegué a ser parte de la sociedad de la que tanto renegué.
Es increíble como el deber, la maternidad o la necesidad de estabilidad pudieron hacer que hiciera parte del circo.
Como nos van envolviendo, con cuentos chinos, de que el dinero nos dará seguridad, de que los niños necesitan cosas materiales con que llenar sus mundos, que tenemos que trabajar demasiado hoy para poder disfrutar de un futuro tranquilo...
Y ahí está exactamente el pequeño gran detalle... Desde pequeños nos hacen preocuparnos por el futuro, cuando el futuro no existe, y todos los sabemos.
Entonces, nos cortan el pelo, nos quitan los sueños, nos ponen uniformes o corbatas, nos dan un maletín y nos mandan al mundo adulto. Tenemos que madurar y hacernos responsables dicen, sentar cabeza, jajaja.
Entonces conocemos el "valor" del dinero, y nos engolosinamos con lo que podemos obtener con él. Nos acostumbramos y resignamos a ser peones, todo por esos papelitos que a fin de mes nos ayudarán a comprar "estabilidad". Poco a poco empezamos a olvidar quienes fuimos, lo que esperábamos del mundo y de la vida, y de nuestros ideales... si es que los tuvimos.
Empezamos a hablar igual que ellos, y a meterles la misma basura en la cabeza a nuestros niños. Nos volvemos serios porque la vida no es un chiste, hay tanto de que preocuparse antes de que nos pille la vejez... en fin
Pero, ¿saben algo?... me niego a ser parte de esto con tanta facilidad. Es cierto, no se puede ser un marginado de la sociedad, pero tampoco tenemos que venderle el alma al diablo. Al menos yo no olvido mis sueños, y tengo muy claro que hay un montón de cosas más importantes que la seguridad.
La esperanza aún no está perdida, supongo que se puede ser un adulto feliz y no caer en la estupidez y la abulia del día a día. Espero no volverme loca y comenzar a decirle a mi hijo que el futuro es algo por lo que debe preocuparse, o que la estabilidad es lo más importante para una vida feliz.
Mientras tanto sigo escuchando a Sui Generis y el alma se me aquieta, cae algún lagrimón, pero no se equivoquen, estoy feliz de rescatarme a tiempo. Espero que ustedes tampoco se dejen arrastrar, yo mientras sigo esperando a mi compañero de locura... ese que como dice la canción compartirá mi vida, un tiempo de paz y una casita... lo demás ya vendrá.





Aquí toda la letra para vuestro deleite, se me olvido decir que esta va dedicada a todos mis amiguitos que están luchando por crecer y no vender su alma... y a mis amiguitos que ya son parte de esto, nada... los queremos igual

1 comentario:

Rogolagos dijo...

uf que canción...

Al igual que tu Sui Generis es parte de la banda sonora de mi vida, desde que mi madre escuchaba música en el tocadisco, y escuchabamos el Aprendizajes y los discos de despedida del duo, siempre ha estado presente...
Después en mi época lana lo escuche por gusto... mi fogatero de siempre, de las hermosas noches estrelladas con las guitarras.

El tiempo traera alguna mujer... una casa pobre años de aprender...

Bueno Rosario como siempre una gran y maravillosa mujer.