En los sueños

El otro día conversando con una clienta mayorcita ya, me contaba que su socia - tan mayor como ella- andaba de viaje en Europa. Por supuesto a mi me entró una envidia cochina, porque un viajecito de esos es un sueño que tengo desde chiquita. Cuando ella se fue, miré a mi compañera y en un suspiro le dije "¿Cuando será el día que yo haga ese viaje?"... luego complete diciendole que es un viaje que desearía hacer joven, para poder recorrer y disfrutarlo de verdad.
Por otro lado, ayer escuchaba conversar (discutir) a mi tía y a mi abuela... no me metí mucho en la conversación, pero algo que llegó a mis oídos como un cuchillo fue el comentario final de mi tia, quien sentenció que después de los 40, uno debe olvidarse de todo lo que ha querido hacer.
Me empezó a dar vueltas en la cabeza eso, porque claro, por un lado es cierto que me gustaría ver mis sueños cumplidos ahora que estoy joven, pero no quiero pensar que después de cierta edad los sueños se acaban y solo debemos dedicar esperar la vejez, resignados a vegetar.
Claro que hay cosas que uno debe tratar de hacer joven para disfrutarlas al máximo y con una mente más abierta y receptiva, pero eso no quiere decir que con el paso de los años sueños desaparezcan. Talvez cambien, las cosas que uno espera de la vida no son las mismas a los 20, a los 40 y a los 80.
No sé, yo soy una soñadora por escencia, y no me imagino en una vida en la que solo deba sentarme a mirar como pasan los días. Talvez nunca llegue a viajar a Europa, ¿quien sabe?... talvez muchos de mis sueños solo se queden en eso, pero al menos tengo luz en el corazón para levantarme todos los días, y tengo la convicción de que la vida es más que sobrevivirla.
En los sueños de cada día me mantengo viva y feliz de tener otro día para soñar cosas nuevas. En mis sueños encuentro la paz para seguir caminando, y me encuentro a mi misma, lo que soy en verdad... no este payasito que sale cada día a buscarse la vida.
Una linda canción de un buen grupo, rockeros argentinos, eso ya es un buen antecedente. Pongan oído... y nunca dejen de soñar.



Dormí, desperté cayendo,
desperté entre sábanas rotas
Viaje a favor y en contra del viento
feliz o con el alma rota
o con el alma rota